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domingo, 30 de abril de 2017

Guarida de los poetas - Vladimir Holan, Será / Mozartiana




Será

Sí, podría decirle
por qué tiene usted miedo cuando caen las hojas
en el bosquecillo o en la alameda.
Y podría decirle
por qué se rió Hölderlin
cuando le sacudían ciruelas en la cabeza.
Pero antes de que se vuelva usted en pos del sonido
y antes de que se vuelva usted en pos del color,
será otra cosa y vendrá de otra parte...


(Traducción, Clara Janés)



Friedrich Hölderlin


Vladimir Holan - Mozartiana 

https://www.youtube.com/watch?v=6f_yQhNlQeM

sábado, 29 de abril de 2017

El arribo forzoso - José Antonio Ramos Sucre, El cielo de esmalte.




Ramos Sucre, maestro del tiempo pasado, escribe aquí en tiempo presente hasta que, en los dos últimos párrafos, vuelve a sumir la leyenda en una edad perdida...

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EL ARRIBO FORZOSO

La fragata divide el mar de las ballenas y suspende la correría en el archipiélago de las aves. Los indígenas habitan cobertizos de madera y viven de la pesca, bajo un cielo de hollín.

El mito resume el origen de la sociedad módica.

El cuervo de la aventura, par del lobo en el festín de la batalla, dirige la nave del pirata ancestral, en una edad impía, y detiene el vuelo en el monte desnudo, en la cima de vidrio.

Yo me propongo recorrer la isla de basalto, percibir el lienzo de nieve.

Las olas de ritmo funeral mecen unos veleros de España en la rada sombría.

Yo vuelvo la memoria a los mareantes vizcaínos, augures de la mitad del orbe en un siglo ignaro, y los diviso atónitos delante de la aurora boreal, danza de luces, asueto de corte en la soledad húmeda.

Visito la ciudad episcopal y sufro el ascendiente de la mujer súbita en una calle gris, donde prevale el signo procero de la ojiva.

He descrito su efigie al pastor de almas, cuando me hospedé en su vivienda ese mismo día. Una lámpara de tierra, abastecida del aceite de un pez y dibujada conforme un arte secular, iluminaba la entrevista.

Señaló en el hallazgo fortuito un presente de la gracia. La faz convenía a la reina de un pasado arcaico, devota del viacrucis. Los ojos inspiraban el ansia de un mundo invisible y lucía, en realidad, el hábito de una estatua yacente, sobre una tumba de hierro, en el país de la lluvia.


José Antonio Ramos Sucre, El cielo de esmalte, 1929.






GUARIDA DE LOS POETAS - W. H. Auden - BREVE DEFENSA DE LA POESÍA - AUDEN recita "Doggerel by a Senior Citizen"




En primer lugar, la intervención de W. H. Auden en una charla que organizara el PEN Club en Budapest, en octubre de 1967Las fuentes son, en inglés, The New York Review of Books, en una entrega de 1986 y, en nuestra lengua, la revista Nexos, en su edición 114, de junio de 1987. Traducción de Delia Juárez.
Una joya.
Y a continuación dejamos una lectura de Auden, "Doggerel by a Senior Citizen"
lacl

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BREVE DEFENSA DE LA POESÍA


W. H. Auden

Las discusiones sobre el papel del artista en la sociedad pocas veces dan fruto porque sus participantes no han definido qué quieren decir con los términos que usan. Mientras malinterpretemos lo que otros dicen, ni el acuerdo central ni la diferencia genuina de opinión son posibles. Empezaré, entonces, con algunas definiciones.

Individuo. En primer lugar, un término biológico: un árbol, un caballo, un hombre, una mujer. En segundo lugar, como el hombre es un animal social y nace sin formas instintivas de conducta, el término es sociopolítico: un americano, un doctor, un miembro de la familia Smith. Como individuos somos, se quiera o no, miembros de una sociedad o de varias sociedades, cuya naturaleza esta determinada por necesidades biológicas y económicas. Como individuos nos crean por reproducción sexual y condicionamientos sociales y sólo se nos puede identificar por las sociedades a las que pertenecemos. Como individuos, somos comparables, clasificables, contables, reemplazables.

Persona. Como personas, cada uno de nosotros puede decir yo respondiendo al tú de otras personas. Como personas, cada uno de nosotros es único, miembro de una clase propia con una perspectiva única del mundo, alguien que no se parece a nadie que haya existido antes y que no lo será a nadie que exista después. El mito de la descendencia de toda la humanidad de un solo antepasado, Adán, es un modo de decir que se nos llama a la existencia personal, no por un proceso biológico sino por otras personas, nuestros padres, amigos, etcétera. De hecho cada uno de nosotros es Adán, una encarnación de toda la humanidad. Como personas no somos miembros de las sociedades pero, junto con otras personas, tenemos la libertad de formar comunidades por amor a algo más que nosotros, por la música, la filatelia o por el estilo. Como personas somos incomparables, inclasificables, incontables, irremplazables.

Al parecer muchos animales cuentan con un código de señales para comunicarse entre individuos de la misma especie, con el fin de transmitir una información vital sobre sexo, territorio, alimento, enemigos. En los animales sociales como la abeja, este código puede volverse complejísimo pero sigue siendo un código, una herramienta impersonal de comunicación: no evoluciona hacia el lenguaje porque el lenguaje no es un código sino la palabra viva. Sólo las personas pueden crear el lenguaje porque solo ellas desean abrirse libremente a otros, dirigirse a otros y responder a otros en la primera o segunda personas, o por sus nombres: sin importar qué tan elaborados estén, todos los códigos se limitan a la tercera persona.

Como los hombres son a la vez individuos sociales y personas, necesitan un código y un lenguaje. Para ambos se emplean lo que llamamos palabras, pero entre nuestro uso de ellas como señales y nuestro uso de ellas como discurso personal hay un abismo; si no hacemos esta distinción no podremos entender un arte literario como la poesía ni comprender su función.

Los pronombres personales de la primera y segunda personas no tienen género; el de la tercera tiene género, y en realidad debería llamarse impersonal. Al hablar sobre alguien más a un tercero, la tercera persona es una necesidad gramatical, pero pensar en otros como él o ella es pensar en ellos no como personas sino como individuos.
Los nombres propios son intraducibles. Al traducir al inglés una novela alemana cuyo héroe se llama Heinrich, el traductor debe escribir Heinrich y no cambiarlo por Henry.

La poesía es lenguaje en el más personal, el más íntimo de los diálogos. Un poema sólo tiene vida cuando un lector responde a las palabras que el poeta escribió.

La propaganda es un monólogo que no busca una respuesta sino un eco. Hacer esta distinción no es condenar a toda propaganda como tal. La propaganda es una necesidad de la vida social humana. Pero no distinguir la diferencia entre poesía y propaganda les hace a las dos un daño indecible: la poesía pierde su valor y la propaganda su eficacia.

En formas más primitivas de organización social, por ejemplo en las sociedades tribales o campesinas, a la índole personal del lenguaje poético la oscurece el hecho de que la sociedad y la comunidad más o menos coinciden. Todos se ocupan del mismo tipo de actividad económica, todos conocen a los demás personalmente y más o menos comparten los mismos intereses. Más aún, en una sociedad primitiva, la poesía, el lenguaje de la revelación personal, no se ha separado de lo mágico, del intento por controlar las fuerzas naturales mediante la manipulación verbal. Por otra parte, hasta la invención de la escritura, el hecho de que el verso es mas fácil de recordar que la prosa da al primero un valor de utilidad social no poético, como mnemotecnia para transmitir conocimientos esenciales de una generación a otra.

Donde quiera que haya un mal social verdadero, la poesía, o cualquier arte para el caso, es inútil como arma. Aparte de la acción política directa, la única arma es el informe de hechos: fotografías, estadísticas, testimonios.

Las condiciones sociales que conozco personalmente y en las que tengo que escribir son las de una sociedad tecnológicamente avanzada, urbanizada y aglomerada. Estoy seguro de que en cualquier sociedad (no importa cuál sea su estructura-política) que alcance el mismo nivel de desarrollo tecnológico, urbanización y riqueza, el poeta se enfrentará a los mismos problemas.

Es difícil concebir una sociedad abundante que no sea una sociedad organizada para el consumo. El peligro en una sociedad así es el de no distinguir entre aquellos bienes que, como la comida, pueden consumirse y hacerse a un lado o, como la ropa y los automóviles, descartarse y reemplazarse por otros más nuevos, y los bienes espirituales como las obras de arte que sólo alimentan cuando no se consumen.

En una sociedad opulenta como Estados Unidos, las regalías dejan bien claro al poeta que la poesía no es popular entre los lectores. Para cualquiera que trabaje en este medio, creo que esto debía ser más un motivo de orgullo que de vergüenza. El público lector ha aprendido a consumir incluso la mejor narrativa como si fuera sopa. Ha aprendido a mal emplear incluso la mejor música, al usarla de fondo para el estudio o la conversación. Los ejecutivos empresariales pueden comprar buenos cuadros y colgarlos en sus paredes como trofeos de estatus. Los turistas pueden "hacer" la gran arquitectura en un tour guiado de una hora. Pero gracias a Dios la poesía aún es difícil de digerir para el público; todavía tiene que ser "leída", esto es, hay que llegar a ella por un encuentro personal, o ignorarla. Por penoso que sea tener un puñado de lectores, por lo menos el poeta sabe algo sobre ellos: que tienen una relación personal con su obra. Y esto es más de lo que cualquier novelista de bestsellers podría reclamar para sí.


Nexos 114, junio de 1987

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W. H. AUDEN recita "Doggerel by a Senior Citizen"


https://www.youtube.com/watch?v=wezbEBxA6X4

jueves, 27 de abril de 2017

Ni un crimen más, ha escrito nuestra querida Mery Sananes.



Ni un crimen más, ha escrito nuestra querida Mery Sananes. Y nosotros la acompañamos de corazón en su pedido. Pues, como ella, somos embestidos por estas horas aciagas. Las más terribles. Vivimos es un infierno. La deshumanización no es ya palabra que valga para calificar lo insondable y profundamente obscuro a que ha llegado la bajeza del espectro colectivo. A mi atención han llegado los contenidos más horrendos, los actos más sucios y desalmados que cabría imaginar, documentos que harían palidecer a un verdugo y que nos pican con la única finalidad de que perdamos las esperanzas sobre el posible rescate del espíritu como ente rector de nuestras vidas. Nos quieren derrotar es haciéndonos doblar la cerviz, a punta del amedrentamiento de la crueldad y la violencia que pone a correr la sangre por las calles. Vivimos, como decía tiempo atrás, en una colectividad plagada de camusianos extranjeros. La vida no vale nada, ésa es la prédica de quienes, cual Orcos extraídos de cualquier pasaje del Señor de os anillos, sólo saben de aniquilación, de sadismo y de holocaustos. Claro que añoramos contigo la búsqueda y, sobre todo, el encuentro de esa escuela de sabiduría superior. Y creo, con Vallejo, que tendremos que intentar, por todos los medios posibles y desde el humilde recoveco de nuestras individualidades en su entorno inmediato, un rescate de la humana sensibilidad. El ser humano ha perdido, grosso modo, su aptitud para el conmoverse. Aptitud que yo considero, más bien, como una virtud. Solicito, desde ya, un cupo en esa escuela del mirar o del captar. Una escuela que nos enseñe a ver con el corazón, a escuchar con el vibrante ombligo,  a sentir nuevamente el golpe de la brisa sobre los vellos de los brazos, a llevar al vientre el aroma vegetal, escuela del tacto con el cosmos. En fin, creo que esa escuela tendrá que comenzar con un desaprendizaje, el desaprendizaje de nuestra negación como seres en los que corre una savia; una escuela en la que comparezcamos para desaprender todo lo que la humana miseria de los infelices ha inculcado o tratado de imponer al resto de los mortales desde la más temprana infancia. Dejamos aquí la invocación de Mery, previamente bendecida por las hermosas y nobles palabras del Machado de Mairena o del Mairena de Machado, como lo prefieran…
lacl 

¡NI UN CRIMEN MÁS!
  
Estamos abocados a una catástrofe moral de
proporciones gigantescas, en la cual sólo queden en pie las virtudes cínicas. Los políticos tendrán que aferrarse a ellas y gobernar con ellas.

Nuestra misión es adelantarnos por la inteligencia a devolver su dignidad de hombre al animal humano. He aquí el aspecto más profundamente didáctico de nuestra Escuela Popular de Sabiduría Superior.

ANTONIO MACHADO
Juan de Mairena

Nada tan terrible como eso de contabilizar los muertos, como si una vez caídos se convirtieran en un simple número, que alguien sacará a relucir o negociar.

Se olvida que cada uno de ellos es un hijo, un hermano, un padre, enfrentado a los masacradores con el sólo sueño de reconstruir una vida que desapareció en la oscuridad de los callejones, en las noches oscuras, en las emboscadas y el terror.

Me niego a hacer la lista. Sólo quiero que no haya una sola madre más que tenga que llorar al hijo. Que el GN que lanza la bomba o dispara el perdigón sepa que ese hombre que ha asesinado, lleva inscrito en su alegría el rostro de su propio hijo.

Bastaría dejar de cumplir las órdenes asesinas para que acabara esta masacre. Bastaría simplemente dejar de disparar para que se detenga este horror. 

Pero sabemos que eso no es posible. El que porta las armas ya forma parte del estado delicuencial y su misión es cumplir órdenes, que termina haciendo suyas. Forma parte del entramado del poder. Ha sido entrenado, domesticado y guiado para hacerlo. Está allí para eso.

¿Cuándo y cómo entonces enfrentaremos y detendremos esta historia de barbarie, muerte y desconsuelo?

Esto no es posible sino a través de la organización de una fuerza social consciente. 

Ni un muerto más para la contabilidad de los masacradores. Ni un preso más para saciar la venganza de los asesinos. Ni un lesionado más para la cuenta de quienes se sienten dueños de este poder delincuencial que nos somete. 

Fundemos de una vez por todas nuestra propia Escuela Popular de Sabiduría Superior

Nuestro propio Movimiento de Movimientos

Nuestra propia Escuela de Idealidad Avanzada

¡NI UN CRIMEN MÁS!

texto y foto /mery sananes
26 abril 2017








lunes, 24 de abril de 2017

Una observación astral. Hermes-Mercurio, triunfar alegremente, con liviandad y goce para el mero respirar. / Jordi Savall - Mare Adriaticum

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Una observación astral. 
Hermes-Mercurio, triunfar alegremente, con liviandad y goce para el mero respirar.


Una observación astral que me descubre desde hace muchos años un pajarito. ¿Por qué será que, si no siempre, casi siempre, quienes pretenden socavar las bases dictatoriales que se han convertido en statu quo, lo intentan en fechas en que Mercurio se halla ausente? Bueno, quizás será porque no creen en astros, brujas ni pócimas. 

Pero sobre lo que deseo hacer hincapié no es en nuestras creencias o no en prestidigitaciones o albures, sino en nuestra pérdida de tono lúdico para con el diario respirar. Ya no hay aptitud siquiera para el juego de la imaginación, una imaginación antiguamente conectada a una suerte de panteísmo sentimental o sensitivo. Ahora todo tiene una aburrida explicación. Y ya no sabemos jugar. En la antigüedad, los hombres jugaban a querellarse con gigantes, ciclopes y centauros, la luna era la madre rectora de los presentimientos, los planetas representaban los bríos y siluetas de los dioses y su franca ascendencia en los asuntos humanos... porque, siendo dioses, afinidad con lo humano tenían. 

La ausencia o retrogradación de un dios representaba un período en el cual los conceptos asociados al planeta se inhibían. ¿Pero quién es Mercurio, si no Hermes? ¿Quién es Mercurio, si no un mago, un pícaro, un ladrón retozón, es decir, aquel que roba bufoneando, aquel que se divierte cuando todo lo enreda como un demiurgo comediante, el que convierte las burlas en cifrado acertijo? 

Por haber perdido a nuestro Mercurio interior es que hemos perdido el gusto de triunfar alegremente. No se trata de hacer del triunfo una meta, sino hacer de él toda una chanza; no triunfar por lograr el rígido y casi muerto propósito de vencer ni, mucho menos, para disfrutarlo con hierática tristeza o por demostrar que mi brazo es el que tiene más músculos, sino triunfar, sencillamente, porque se vive con alegría, con liviandad y goce para el mero respirar. 

En el momento en que el ser humano de estas tierras o las de allende los mares recupere instintivamente, en cada ser, a su íntimo Mercurio-Hermes, será acaso capaz de triunfar alegremente.

Y créanme, la felicidad no radicará en la victoria contra unos desdichados que no saben vivir de otra manera que para pregonar y propagar sus desdichas, sino en nuestra comprensión de que todo triunfo sobre el orden terrestre de las cosas, no es más que otra humilde cosa, breve y fugaz, como la alegría. 


A los quince minutos del 19 de Abril de 2017…

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Post Scriptum, 19 de abril de 2024.

Deseo agregar un comentario surgido un año después de haber publicado "Una observación astral". Tal comentario vino al caso para responder a los maravillosos aportes y comentarios de amigos y contactos;  palabras, expresiones e impresiones a las que no pude responder de inmediato, sino un año después, cuando me reencontrara con aquella publicación en la red social de Facebook. Estas palabras adicionales nacieron, entonces, como una necesidad, un imperioso impulso: el de redondear un tanto más mis pensamientos respecto a un asunto que colectivamente pareciera que hemos dejado olvidado en un desván de antigüedades.
(lacl, 19 / 04 / 2024)

CITO:
(19 DE ABRIL DE 2018)

Disculpen amigos, mi hermética desaparición. Sírvame de justificación la vivencia de días tan anegados, por una parte, de humana podredumbre y, por la otra, de valeroso y reconfortante pundonor. Y tómese nota del momento (y la hora) en que en que aquellas heterodoxas líneas se tejieran. Despuntaba el 19 de Abril, fecha cargada de significaciones para los venezolanos. Me temía que ocurriría lo que ha ocurrido. Y quise llamar la atención sobre algunos rasgos de Hermes, pues considero que, como tantas deidades legadas por el tesoro de la mitología clásica y un antiguo saber legado por el mundo de ayer, sus rasgos no me parecen estar, para nada, desligados de ciertas manifestaciones y gestiones que brotan de suyo en nuestras individualidades. Quise rescatar a un señor que siento muy ligado a ciertas tendencias joviales que me parecen connaturales a la humana criatura que comienza a despuntar en la vida. 

Mis más lejanos recuerdos de niñez, no pueden separar el goce de un jugar nacido bajo el estímulo de, precisamente, añorar el simple goce que produce el hacer algo. Y esto acaece cuando ese algo se cumple sin ningún tipo de objetivo o meta que alcanzar. Es decir, a mí los fines (como niño que fui, entregado a su niñez) me tenían sin cuidado. Fueron los años y unos cuantos  centímetros alcanzados en la tabla de medición, los que me enseñaron que detrás del juego podía existir la posibilidad de vencer. Mi corazón se resistió siempre a eso, aun cuando debo reconocer el influjo que en mi ser causara el recién descubierto gusto por la competitividad, y el hecho de, por ejemplo, poder constatar que, en ciertas y determinadas actividades, lograba despuntar sobre los adversarios. 

Descubrí, por mis propios e incipientes medios, el enorme peso que tiene aquello que Huizinga definiera alguna vez como nuestro temperamento agonal, cuando se refiere al ser humano en general. Lo hizo en un libro genial, titulado precisamente “Homo ludens”. Y, como si hubiera sido herido por una ponzoña, desde esos días quedó sembrada en mi alma la disyuntiva sobre qué podría ser más caro a mi alma: si hacer las cosas por mero goce y/o necesario deleite, o si debía hacerlas por sometimiento a alguna norma o por el mero hecho de concursar con otros. 

Mi conclusión, con los años, ha sido la que he intentado sugerir en la glosa original que acompaña a esta imagen del dios Hermes. Creo que hemos perdido el goce de hacer las cosas por el gusto de hacerlas. Creo que se nos ha ido el tiempo (y me refiero a tiempo del ser humano como especie, un tiempo no cuantificable para la vida de una persona) en intentar, más de la cuenta, imponer nuestras voluntades sobre el flujo de la vida. Y en ello nos hemos derrotado a nosotros mismos. A muchos se nos va la vida, como un suspiro, tratando de enmendar lo que otros causan como mal. Y está bien que lo intentemos, no todos los seres humanos, por desgracia, gozan de las mismas cualidades. No todos ven ni, mucho menos, son capaces de sentir las indulgencias que se alojan en la compasión, por ejemplo. Pero lo que me parece que abona más el camino para nuestras derrotas contra la barbarie radica, precisamente, en que no sabemos combatir con la ligereza que nos confiere el goce de jugar. Un ser empecinado poco puede hacer ante quien acomete como un espadachín que no se deja tocar fácilmente. Mientras que el pícaro siempre saca de sus casillas al ser que vive crispado entre los patrones que le esclavizan, patrones de autoridad (o, mejor, de autoritarismo), patrones de miedo (miedo a vivir o a reconocer alguna indefensión), patrones de soberbia, patrones de crueldad y pare uno de contar… 

En fin, la extraña glosa, que seguramente puede parecer algo romántica o alejada de la realidad, lo que ha pretendido, me parece, es despertar al pícaro que llevamos dentro, sea que se llame Hermes o Lazarillo. Y son varias las  razones que me impulsaron a intentarla. Uno, no concibo permisible, por nuestra parte, que terceros vengan a entristecernos la vida sólo porque a ellos les da la gana. Cierto es que no podemos evitar que los enfermos del alma se comporten como se comportan, pero ello no es razón para que nosotros desatendamos nuestros propios jardines interiores. Dos, si el pícaro despierta en cada uno de nosotros, los seres de a pie, pues que se cuiden aquellos que tanto se relamen en ejercer esa estupidez que mientan “principio de autoridad”, pues ellos no están preparados para lidiar con la jovialidad. Y, tres, porque cuando el pícaro está despierto surgen muchas ideas geniales que ni se asoman cuando éste se halla dormido…

Pido mil perdones por la extensión de mi respuesta, más la he sentido necesaria. De hecho, quisiera agregar algunas cosas más, pero ya está bueno. Debo herméticamente desaparecer. 
Salud y gracias a todos. A Mónica, Salvador, Carmen Cristina, Fina, Mery, Juan David, Maria, Hector, Myrian Alejandra, Adriana, Rau Raúl. Moises y amigos...
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(CIERRO CITA)







Jordi Savall - Mare Adriaticum



viernes, 21 de abril de 2017

CARTA DE WLLIAM BURROUGHS A TRUMAN CAPOTE / William S. Burroughs - A Thanksgiving Prayer / T'ain't No Sin Tom Waits & William S. Burroughs

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Esta carta la tengo guardada desde hace unos cuatro años. No puedo dejar de reproducirla aquí... Burroughs me ha dado en la vena del sentir...
(lacl)
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CARTA DE WLLIAM BURROUGHS A TRUMAN CAPOTE

23 de julio de 1970

Mi querido señor Truman Capote:

Esta carta no viene de un admirador en el sentido habitual de la palabra, a menos que al leer “admirador” usted piense en alguna cosa muy distinta. Más bien tómela como una carta “del lector” –sin mayúsculas–, una selección de notas marginales sobre material presentado, como toda “escritura”, a este departamento.

He seguido su desarrollo literario desde los inicios. He conducido en nombre del departamento que represento una serie de búsquedas tan exhaustivas como sus propias investigaciones recientes en Kansas, el estado de los girasoles. He entrevistado a todos sus personajes, comenzando por Miriam –en su caso, privarla del azúcar por unos días resultó un incentivo suficiente para que se volviera bastante comunicativa–, ya que prefiero tener todos los hechos a mi disposición antes de actuar. Sobra decir que he leído el reciente intercambio de genialidades que tuvo lugar entre usted y el señor Kenneth Tynan. En mi opinión, Tynan ha sido demasiado indulgente.

Señor Capote, su reciente comparecencia ante un comité del Senado también captó mi atención. Aquella vez usted habló a favor de continuar con la actual práctica de extraer confesiones negándole al acusado el derecho a una asesoría legal antes de rendir su testimonio. En efecto, estaba usted dándole el visto bueno al procedimiento policíaco estándar: obtener declaraciones sirviéndose de la brutalidad y la coacción, mientras que una fuerza policial inteligente confiaría más en la evidencia que en confesiones extraídas a la fuerza.

Usted se rebajó aún más reiterando el argumento banal del que hace eco en las cartas al editor cada vez que surge el tema de la pena de muerte: ¿por qué tanta simpatía por el asesino y ninguna por sus inocentes víctimas?

He leído todas sus publicaciones como parte de mi trabajo. Los primeros textos eran prometedores en ciertos aspectos, me refiero particularmente a las historias cortas. Después de todo, usted posee cierto ingenio para el desarrollo de temas relacionados con la conciencia humana. Por un momento pareció que haría uso de este privilegio. Sin embargo, escogió explotar un talento que no tiene, con el único propósito de vender.

Ha escrito un libro aburrido e ilegible que podría haber sido producido por cualquier asistente de redacción del New Yorker (una revista reaccionaria encubierta, dedicada a cuidar los intereses personales de la élite norteamericana). Ha puesto sus servicios a disposición de quienes están convirtiendo nuestro país en un Estado policíaco, por medio del simple mecanismo de propiciar las condiciones para el incremento de la criminalidad y luego exigir que se aumenten los poderes de la policía, además de la pena capital, para lidiar con la situación que ellos mismos han generado. Usted ha traicionado y desperdiciado el talento que le fue otorgado por este departamento. Ahora ese talento le será oficialmente retirado.


Disfrute su puerco dinero. Nunca tendrá nada más. Jamás escribirá una frase que logre superar el nivel de A sangre fría. Como escritor, está acabado. Cambio y fuera. ¿Me está siguiendo? ¿Sabe quién soy? Usted me conoce, Truman. Me conoce desde hace tiempo. Esta es mi última visita.



Truman Capote


GUARIDA DE LOS POETAS 

William S. Burroughs - A Thanksgiving Prayer

https://www.youtube.com/watch?v=sLSveRGmpIE


"To John  Dillinger and hope he is still alive.
Thanksgiving Day November 28 1986"

Thanks for the wild turkey and
the passenger pigeons, destined
to be shat out through wholesome
American guts.

Thanks for a continent to despoil
and poison. 
Thanks for Indians to provide a
modicum of challenge and
danger.

Thanks for vast herds of bison to
kill and skin leaving the
carcasses to rot.

Thanks for bounties on wolves
and coyotes.

Thanks for the American dream,
To vulgarize and falsify until
the bare lies shine through.

Thanks for the KKK.

For nigger-killin' lawmen,
feelin' their notches.

For decent church-goin' women,
with their mean, pinched, bitter,
evil faces.

Thanks for
"Kill a Queer for Christ"
stickers.

Thanks for laboratory AIDS.

Thanks for Prohibition and the
war against drugs.

Thanks for a country where
nobody's allowed to mind his
own business.

Thanks for a nation of finks.

Yes, thanks for all the memories
-- all right let's see your arms!

You always were a headache and
you always were a bore.

Thanks for the last and greatest betrayal
of the last and greatest
of human dreams.

 

T'ain't No Sin - Tom Waits & William S. Burroughs 


miércoles, 19 de abril de 2017

Inclinación, lacl. / Summertime






Inclinación

¿Cuánta negación hay en mi alma?

Es la pregunta que, finalmente, hoy le he tendido a la noche.

Me inclino ante ella y beso su espejo,
que esta noche se ha posado en mi plexo.

Porque yo, debo decirlo, no tengo una sola respuesta
que pueda satisfacer mi intriga ante la humana disipación.

Está la poesía, pero no he querido forzarla, no puedo esperar que, cercándola, salga en mi defensa. Así que la he dejado quieta y sola, en la esperanza de que descubra ella sus velos a la hora propicia, que será siempre la hora de nuestra inadvertencia.

Pero, ¿será negación esta asfixia
que quiere impedir el canto sereno
de las horas solas?

No lo sé, no puedo saberlo,
aunque fervientemente lo añore.

Es demasiado apretado
el nudo en la garganta.

Cuando el pecho se anega
y nos nubla el sentido, la visión,
cuando tan férreamente nos sujetan
las peripecias ajenas a la vida,
como queriendo avasallarla
y obligarla a desvivirse,
cuando la voz no encuentra el camino
para enunciarnos sin argucias,
sólo nos queda un derrotero:
bajar la cabeza
e iniciar el peregrinaje
hacia la íngrima contrición.

Esta noche de luna llena,
luna amarilla que,
en el reiterado solo
de su arrullador silencio,
nos pide andar sereno
y vuelta al templo interno,
he tendido mi cuerpo al suelo
y lo he entregado
a una ristra de radiantes cuarzos
alrededor de mi ombligo
y sobre éste un jade verde
con el que seducir al cielo.

Y el cielo me ha besado.

Esas piedras, trozos de cosmos,
tendieron sus hilos de ardor puro,
que salieron por mis dedos
y se conectaron con la luna,
las estrellas y luceros.

Mis manos estaban suspendidas,
flotando y abiertas hacia el cielo,
y en ello no hubo voluntad alguna,
se elevaron solas, atraídas
por el óvulo astral.

Merlín (me estaba contemplando
se sentía su presencia),
abrazó primero uno de mis brazos
y luego se posó sobre mis piernas
a contemplar las estrellas
titilando sobre mi abdomen.

Me he levantado sin respuestas,
pero tenue y sutil,
y el rosario celeste se vino
prendado en mi cuerpo.

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(*) Merlín es el gato más jojoto de la familia. De alguna manera estaba destinado a aparecerse en mi vida. Salió de la noche, íngrimo y solo, maullando de una manera tan conmovedora que imposible sería ya dejarlo a la buena de la noche…
12 de Abril de 2017, hora del pulmón (3 a 4 am)
12 de Abril de 2017 (enmendado en horas del mediodía…)
13 de Abril de 2017 (enmendado en horas de la tarde…)


 

SUMMERTIME



viernes, 14 de abril de 2017

Cuánta belleza hay en la humildad. - Hendricks / Morricone






Cuánta belleza hay en la humildad. Lo que es saber decir, en su momento, "todavía no, comencemos de nuevo".
El tema de Deborah de Ennio Morricone para "Erase una vez en América".
Barbara Hendricks sufre un extravío en el inicio de la pieza y le pide al director volver sobre la marcha, para luego cantar a Deborah de la manera más angélica que quepa escuchar. Su cara es un poema cuando, en el segundo compás se da cuenta de que el director decidió seguir avanti, a pesar del lapsus de la gran Barbara en el primero... Y, entonces con vergüenza le pide que recomiencen... Arte en el corazón....

Y si no, cabía preguntarle a Morricone, que al final se levanta de su asiento para abrazar a Barbara...

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https://www.youtube.com/watch?v=N4KnDok4-Es



martes, 11 de abril de 2017

Los maestros cantores, Hans Sachs citado por Nietzsche. / Lamento de los salvajes del bosque sobre el pérfido mundo, Hans Sachs.













Fragmento de un poema de Hans Sachs, Los maestros cantores, tal como lo cita Nietzsche en su “Nacimiento de la tragedia”:

"...Amigo mío, ésa es precisamente la obra del poeta,
el interpretar y observar sus sueños.
Creedme, la ilusión más verdadera del hombre
se le manifiesta en el sueño:
todo arte poético y toda poesía
no es más que interpretación de sueños que dicen la verdad..."

Agregamos un fragmento de lo que dice Nietzsche a continuación de ese poema, según la traducción de Andrés Sánchez Pascual, de Alianza Editorial.

“…La bella apariencia de los mundos oníricos, en cuya producción cada hombre es artista completo, es el presupuesto de todo arte figurativo, más aún, también, como veremos, de una mitad importante de la poesía. Gozamos en la comprensión inmediata de la figura, todas las formas nos hablan, no existe nada indiferente ni innecesario. En la vida suprema de esa realidad onírica tenemos, sin embargo, el sentimiento traslúcido de su apariencia: al menos ésta es mi experiencia, en favor de cuya reiteración, más aún, normalidad, yo podría aducir varios testimonios y las declaraciones de los poetas…”

11 de Abril de 20115

Friedrich Nietzsche
El nacimiento de la tragedia o Grecia y el pesimismo
Introducción, traducción y notas de Andrés Sánchez Pascual © Alianza Editorial, S. A., Madrid.







Lamento de los salvajes del bosque sobre el pérfido mundo, Hans Sachs

Con qué fuerza se impone la perfidia
Qué dura prisión sufre la justicia
Y la injusticia, con qué fuerza brilla
Cómo se honra hoy en día al usurero
Cuánto trabajo para malvivir
Qué alto precio nos cuesta el bien común
Y qué arduo obtener el propio bien
Cómo crece el abuso en las finanzas
Cómo los intereses se incrementan
Con qué descaro es ley la violencia
Con qué dureza la verdad se impone
Cómo se pisotea la inocencia
Cuánto cuesta barrer del mundo el vicio
Cómo corre la sangre por doquier
Y no hay castigo que se dé por bueno
A cuánta ostentación lleva el ser rico
Cómo se menosprecia la pobreza
Cómo el saber se oculta tras la puerta
Cómo imperan riqueza y violencia
Y cómo languidece la piedad
Cómo gana terreno la mentira
Cómo la envidia implacable gobierna
Cómo se hiela la fraternidad
Cómo se apaga la fidelidad
Cómo no queda nadie solidario
Y cómo la humanidad se ha evaporado
(…)
Y así es tan falso el mundo y tan cubierto
De falsedad y de infidelidad
Que a la fuerza tenemos que escapar
Pondremos casa en el bosque salvaje
Con nuestros hijos faltos de instrucción
Es lo que el falso mundo nunca busca
Frutos silvestres son nuestro sustento
Recogemos raíces de la tierra

Y bebemos de fuentes cristalinas
Nos calentamos a la luz del sol
Con hierbas y follaje nos vestimos
Y nos sirven de cama y de cobija
Una cueva en la roca es nuestra casa
De donde nadie expulsa a los demás
Y nuestras reuniones y festejos
En el bosque las fieras los comparten
Como no les hacemos daño alguno
Ellas nos dejan movernos en paz
Y en el lugar desierto que ocupamos
Nos van naciendo los hijos y nietos
Viviendo unidos y con fraternidad
Entre nosotros nunca hay altercados
Y cada uno hace por los otros
Lo que quisiera que hiciesen por él
De nada temporal nos ocupamos
Cada mañana hallamos alimentos
Y no tomamos más que los precisos
Y a Dios damos las gracias por tenerlos
Si enfermedad o muerte nos abaten
Sabemos que de Dios nos han venido
Y Él hace lo mejor para nosotros
Así con humildad y sencillez
Aquí abajo pasamos nuestro tiempo
Hasta que un día se produzca un cambio
Por todo el ancho mundo, cuando todos
Se hayan vuelto leales y piadosos
Y prefieran ser pobres y sencillos
Tal vez entonces salgamos del bosque
Y habitemos entre la turba humana
Aquí hemos esperado muchos años
A que crezcan virtud y honestidad
Que ocurra pronto os desea Hans Sachs.

( lamentablemente no sabemos Quién es el autor de esta traducción. )

https://www.youtube.com/watch?v=OMsoHhaUMM4